Tres tercios de la gente del
planeta posee un teléfono móvil. Un nuevo mundo ha surgido y se ha convertido
en el foco de atención de muchos de nosotros. Los ingenieros están poniendo
millones de transistores en un solo chip de ordenador. Los científicos
manipulan átomos para crear máquinas que ni siquiera podemos ver. El volumen de
información del mundo cada vez se duplicará cada pocas horas. Los concursos de
la televisión ya no te ponen en una cabina aislada para probar que nadie te
ayuda sino que te estimulan para que telefonees a un amigo o sondees al
público.
En un entorno así es inevitable
que la educación este cambiando. Pero el lugar donde se han producido los mayores
cambios educativos no es en las escuelas, los mismos jóvenes que están
aburridos en clase casi siempre se esfuerzan duro aprendiendo a manejar nuevos
programas digitales como Internet, YouTube, televisión, juegos, móviles y otras
muchas cosas más. Es fuera de la escuela donde muchos chicos se enseñan a sí
mismos y a los demás todo tipo de experiencias realmente útiles sobre su
presente real y futuro. Existe un gran número de herramientas que se están
haciendo más y más poderosos porque fuera de clase nadie dice qué aprender por lo que siguen sus pasiones e intereses convirtiéndose
en expertos.
Muchos de los alumnos que no se
concentran en el colegio se sientan horas centrados en una película o en
videojuegos. Así que, no es la capacidad de atención de los estudiantes lo que
ha cambiado, sino más bien su tolerancia y sus necesidades.
Hoy los jóvenes tienen que elegir
continuamente entre una gran lista de reclamos que afectan a su rendimiento en
clase como música, películas, anuncios, televisión, Internet, etc. Los jóvenes se
centran solo en lo que les interesa y en las cosas que les tratan como
individuos y no como como parte de un grupo o clase.
En un mundo cada vez más poblado
la diferenciación, personalización e individualización se han convertido para
los jóvenes en una auténtica necesidad.
La mayoría de los jóvenes y en
general la sociedad hemos mejorado muchísimo en cuanto al uso de la tecnología
ya que nos llega información las 24 horas del día cada día de nuestra vida. “Si
pierdo mi móvil, pierdo la mitad de mi cerebro´´.
Se debería intentar cambiar el
sistema educativo ya que seguimos un poco anclados todavía en ese sistema
educativo bancario en el que los jóvenes van a clase a escuchar y siguen siendo
receptores pasivos donde el razonamiento y el trabajo creativo y emocional no
juegan un papel primordial.
Todavía en muchas aulas no hay
reflexión ni discusión sobre los
conocimientos que se aprenden en clase y se sigue transformando a los alumnos
en simples depósitos en donde el profesor no educa ni enseña, sólo deposita lo
estrictamente necesario y que sea útil.
Como dice el pedagogo Freire “En
vez de comunicarse, el profesor hace comunicados que los alumnos memorizan y
repiten para así guardar los conocimientos y archivarlos´´ y esto conlleva que
los jóvenes se aburran, no presten atención y estén en clase pendientes del móvil
por ejemplo.
Para entender un poco lo que es
la educación bancaria y lo que se debería saber explico un poco cuales son las características
de ese modelo educativo que se debería erradicar por completo y que yo viví
cuando iba al colegio.
•
El profesor es el que educa; el alumno el que es educado.
•
El profesor es quien sabe; los alumnos quienes no saben.
•
El profesor es quien piensa y los alumnos son los objetos pensados.
•
El educador es quien habla; los educandos quienes escuchan.
•
El profesor es quien disciplina, los alumnos son disciplinados.
•
El educador es quien actúa y escoge el contenido; los alumnos se tienen
que acomodar a él.
Esto debería cambiar porque los
alumnos de hoy en día que son nativos digitales demandan otro tipo de educación
como por ejemplo no escuchar charlas teóricas, que se les respete, se confíe en
ellos y que sus opiniones se valoren y se tengan en cuenta. Quieren crear,
usando herramientas de su tiempo, interactuar con sus compañeros, tomar
decisiones para expresar y compartir sus opiniones, en clase y fuera de clase.
Deberíamos tener una educación
que esté conectada con la realidad y el mundo de las nuevas tecnología, de
nuevos instrumentos y nuevas posibilidades y que los profesores sepan adaptarse
a esta forma de ver el mundo de hoy en día y hacer a los alumnos valorar el
tiempo en clase y que no piensen que están lo están perdiendo.
Para la mayoría de la generación
digital nunca ha existido un momento en sus vidas en que no estuvieran rodeados
de ordenadores, videojuegos, móviles, Internet, etc. Esta exposición constante
a medios digitales ha modificado la forma de procesar información y conocimientos
e interactuar con los demás. Los jóvenes piensan y se comunican en formas diferentes
que las generaciones anteriores.
Por otro lado los profesores también
deberían fomentar la parte creativa y emocional de los alumnos para que sepan
canalizar sus emociones y sepan pensar de forma simultánea, sintética e
intuitiva en una cultura mosaico ya que sus habilidades cognitivas no se desarrollan
debido a que dedican la mayor parte de su atención al mundo digital como, por
ejemplo, la interacción interpersonal
cara a cara. Los niños pasan más tiempo interactuando con relaciones virtuales
online y menos tiempo con personas de forma activa.
La falta de capacidad de empatía es una de las
consecuencias delas nuevas tecnologías y no se estimulan las relaciones
interpersonales.
Por esto es importante que el
profesor sepa transmitir sus conocimientos de forma simultanea adaptándose a
las nuevas formas de pensar e interactuar además de ayudar a los niños a
desarrollar sus inteligencias emocionales y a que tengan capacidad analítica y
reflexiva ayudándoles también a que sean capaces de concentrarse en una sola
tarea ya que al estar expuestos las 24 horas del día a anuncios de televisión,
mensajes de chat, videojuegos, etc. y se está perdiendo la capacidad de concentración
lo que conlleva que se pierda la capacidad de concentración y disminuya el
rendimiento.
Es por lo tanto es necesario que
los profesores tengan empatía en la comprensión de la infancia de los jóvenes y
de los alumnos que son.
Practica educomunicar.
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