Ken
Robinson y otros muchos pedagogos dicen que hay que educar desde la emoción
porque se necesitan niños creativos y motivados y no una educación donde
los aspectos intelectuales y cognitivos hayan absorbido casi de manera
exclusiva toda la atención.
El
componente expresivo de las emociones es fundamental para la asertiva comunicación
e interacción social, lo que conlleva el bienestar, el placer y felicidad.
Como
es sabido, una persona optimista rinde mucho más que una persona normal o
pesimista y una forma que tienen los profesores de ayudar a los alumnos es
motivándoles y concienciándoles desde el aula para formarles como personas competentes,
para que fomente deseos constructivos y para poder afrontar las dificultades de
la vida personal y laboral. Las emociones positivas además tienen la capacidad
de influir sobre el razonamiento, la resolución de problemas, el procesamiento
de información, la disciplina y la optimización de la interacción social
saludable.Por
un lado, para rendir y tener interés por los conceptos que se dan en clase
deberían enseñarles a saber que el trabajo depende de uno mismo y que el
esfuerzo vale para algo.Hoy
día, un niño aprende además de por lo que tiene a su alrededor en función de lo
que quiera el profesor y lo que el profesor aporte al alumno. Además el día de
mañana para que tenga éxito laboral es importante haber aprendido a canalizar
los sentimientos, a controlarlos, a ser honestos y empáticos, a disfrutar del
trabajo y sobre todo a desarrollar la creatividad para que cada uno sepa cuáles
son sus habilidades y poder potenciarlas.Una
cosa son los conocimientos adquiridos en clase y otra la actitud ante ellos ya
que las emociones también se contagian, por lo que si los profesores fueran más
entusiastas y utilizasen otros métodos educativos adaptados a niños, los cuales,
son personas digitales innatas, lo que les lleva a individualizarse y fomentar
la introversión, sus actitudes y rendimiento mejorarían. Se debería empezar a
introducir instrumentos que enriquezcan el desarrollo afectivo en el aula y
también que mejoren el clima de la clase aportando también actividades
virtuales acordes con su forma de vida.Para
lograr el objetivo de cambiar la educación se debería requerir una buena
formación socio-emocional que se fusione con los contenidos básicos como la
Lengua o las Matemáticas y con proyectos adecuados a los distintos tipos de
personalidades, aspectos sociales, culturales y económicos.Hoy
en día también está considerado que ser inteligente significa sacar un 10 en
los exámenes y como dijo Howard Gardner en sus investigaciones, las personas
tenemos nueve tipos de inteligencias diferentes, por lo que una persona es
mucho más que resultados académicos. Hay habilidades que también son
importantes en la vida como la inteligencia interpersonal e intrapersonal, por ejemplo.
Considero que ser empático y tener don de gentes es muy importante a la hora de
conseguir un trabajo de cara al público, o un empresario contrataría a alguien
que no sabe relacionarse con los demás pese a su gran expediente académico? Es
preciso desarrollar habilidades que no siempre están en los libro de texto.Cada persona
y cada niño es diferente; cada uno tiene un potencial único y un talento único.Debemos
crear un nuevo sistema educativo acorde con las necesidades sociales,
culturales y económicas del siglo XXI donde se necesita nuevas personas
creativas y emprendedoras, con nuevas ideas que hagan que prosperemos en un
tiempo de incertidumbre como el que estamos viviendo en esta década e intentar
abandonar los patrones básicos y clásicos de la educación aunque también quiero
añadir que es verdad que deberíamos volver a ese patrón educativo de valores
donde el respeto al profesor y al alumno quede íntegro y sea primordial. Aunque
de eso ya hablaré otro día.
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